Existen varios puntos de vista desde los cuales se puede evaluar el nivel de desarrollo de los equipos de trabajo. Vivette Payne (2,001) diseñó una evaluación basada en 8 dimensiones , misma que utilizamos en BalamBe´ como base para diseñar nuestros programas de team building y coaching de equipos. El resultado de esta evaluación, nos da un panorama de los equipos clasificándolos de la siguiente manera:
GRUPO DE TRABAJO: los empleados interactúan principalmente para compartir información y tomar decisiones que ayuden individualmente al desempeño dentro de sus áreas de responsabilidad. No comparten propósitos, objetivos, funciones, ni un enfoque común de colaboración como equipo. Cada uno trabaja bien con otros, demostrando pasión y mejora continua por su propio trabajo, sin embargo, estas características no son generalmente verdad para todos los miembros del grupo. Esta clasificación las interacciones de los miembros del grupo restan al rendimiento individual, sin aportar beneficios conjuntos. Por esta razón, tienen que preguntarse seriamente si es tiempo para convertirse en un verdadero equipo.
EQUIPO SUPUESTO: se caracterizan por una falta de coherencia, que exhibe varias de las dimensiones de eficacia de los auténticos Equipos de Trabajo, pero éstas no son parte intrínseca de la cultura de equipo. Por lo tanto, aunque tengan un propósito común, este les puede ser no significativo y los miembros tienen dificultades para relacionar su trabajo con la misión general. Hay una falta de metas claras y cada miembro del equipo se centra en sus prioridades individuales. Los roles pueden ser poco claros o no existe un sentido de responsabilidad mutua. Estos equipos expresan confusión y frustración, los miembros se esfuerzan por trabajar en equipo y no comprenden por qué continúan con los mismos problemas y no producen resultados proporcionales a sus capacidades individuales. Están en una posición crucial ya que si no cumplen con los retos de convertirse en un Auténtico Equipo, pueden terminar comportándose como un Grupo de Trabajo.
EQUIPO EN DESARROLLO: en esta clasificación normalmente hay dos o tres dimensiones que deben abordarse. Los resultados del equipo dependen de la actuación de unos pocos individuos en lugar de la contribución de todos, por esta razón, algunos miembros del equipo están fuertemente conectados con la misión y objetivos de los equipos mientras que otros no lo están. Estos equipos generalmente son más eficaces cuando son tareas de rutina o bien conocidas y menos eficaces cuando se enfrentan a tareas más difíciles o nuevas responsabilidades, pudiendo llegar a ser disfuncionales en estas situaciones.
EQUIPO AUTENTICO: Este exhibe todas las dimensiones de la eficacia de un equipo. Su rendimiento es consistente y otras personas fuera del equipo los ven como un verdadero equipo. Producen excelentes resultados, los niveles de energía son altos y hay pasión para contribuir lo mejor posible. Estos equipos han establecido relaciones sólidas y de apoyo con otros equipos. Son capaces de trabajar juntos como un equipo o en subgrupos para resolver los problemas. No son de Alto Desempeño, debido a que la responsabilidad mutua se limita a los compromisos adquiridos en torno a las prestaciones y las relaciones laborales, y pasan menos tiempo centrados en temas estratégicos.
EQUIPO DE ALTO RENDIMIENTO: es el que se anticipa y adapta de forma flexible a los cambios, sus miembros están profundamente comprometidos con el desarrollo y el éxito de los compañeros. Las reuniones son enfocadas, nítidas, divertidas y el liderazgo está ampliamente distribuido. Estos equipos pasan mucho tiempo centrados en temas estratégicos y no en gestión de crisis.
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