Imagínese reunida con los directores de su organización, donde todos están de acuerdo en una decisión, pero usted no, usted prefiere callar y no expresar su opinión. ¿Por qué?, porque si lo hace teme que su equipo diga que usted ignora el tema, que siempre va contra la corriente, o incluso, que es incompetente. Callando usted no se arriesga, por lo que prefiere no opinar, preguntar o incluso, no admitir errores públicamente.
En esta situación no está sola, muchos tomamos esta actitud porque así mantenemos el estatus que y nos protegemos de lo que los demás piensen de nosotros, no nos sentimos lo suficientemente cómodos ante nuestros compañeros, como para expresar lo que realmente pensamos. Desafortunadamente la consecuencia de esta actitud limita las oportunidades de crecer, contribuir y ser creativos dentro de la organización.
Para la reconocida experta en Recursos Humanos, Amy Edmondson, esta situación se da cuando en las organizaciones hay ausencia de lo que ella denomina “seguridad psicológica”, la cual define como “la creencia de que no seremos castigados o humillados por expresar nuestras ideas preguntas, dudas o errores”. Edmondson, afirma que la “seguridad psicológica” es un elemento básico para tener un equipo de trabajo realmente exitoso. De similar forma, Patrick Lencioni, en su libro “Las 5 disfunciones de los equipos” (Empresa Activa, 2003), indica que confianza entre los miembros del equipo, es básica para un efectivo trabajo en equipo http://balambe.com/las-5-disfunciones-de-un-equipo-patrick-lencioni-2002-ausencia-de-confianza
Estudios han comprobado que la presencia de la “seguridad psicológica”, provoca la confianza suficiente para dar lugar a conflictos productivos http://balambe.com/las-5-disfunciones-de-un-equipo-patrick-lencioni-2002-ausencia-de-confianza , mismos que generan la oportunidad a los equipos de trabajo de vivir en una zona de aprendizaje constante y por ende el crecimiento personal y organizacional.
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